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  • Cuidados del pie diabético

    La diabetes es una grave enfermedad crónica. En 2003 la prevalencia mundial de diabetes alcanzó los 194 millones. Se prevé que esta cifra alcance los 333 millones para el año 2025 como consecuencia de una mayor esperanza de vida, un estilo de vida sedentario y el cambio de patrones alimenticios. Este aumento con toda probabilidad generará un aumento proporcional de las complicaciones diabéticas, como son los problemas del pie.

    Actualmente, el número de amputaciones consecuencia de la diabetes es inaceptable. En la mayoría de los casos se pueden prevenir las amputaciones relacionadas con esta enfermedad. De todas las amputaciones de extremidades inferiores, entre el 40% y el 70% se producen por causas relacionadas con la diabetes. El 85% de las amputaciones de extremidades inferiores van precedidas de una úlcera en el pie.

    Las personas con diabetes pueden sufrir daños en los vasos sanguíneos y nervios a causa del alto nivel de azúcar en sangre. Por ello es muy importante que se lleven a cabo cuidados del pie diabético.

    pies

    Los pies están habitualmente sometidos a un trabajo continuo, soportan el peso del cuerpo y van encerrados en el calzado. Además están lejos de los ojos (es difícil observar la planta de los pies para comprobar su buen estado) y del corazón (normalmente arterias y venas tienen que vencer resistencias para conseguir una correcta circulación de ida y retorno). Es preciso dedicarles una atención especial.

    Con el paso del tiempo, la diabetes mal controlada, puede producir una reducción del flujo sanguíneo y una disminución de la sensibilidad nerviosa. En consecuencia, un mayor riesgo de sufrir heridas que, a causa de la circulación deficiente, serán de lenta y difícil curación, con gran peligro de infecciones.

    No todas las personas con diabetes tienen el mismo riesgo de padecer lesiones en los pies. Hay factores que aumentan el riesgo como aquellas diabetes de más de 10 años de evolución, glucemias altas persistentes, hábitos higiénicos deficientes o tabaquismo, entre otros.

    Consejos para prevenir complicaciones en el pie diabético:

    1. Controlar la diabetes por medio de la dieta, ejercicio y medicación si es necesario procurando que el control de su glucosa sea lo mejor posible.
    2. Vigile todos los días sus pies. Si tiene problemas visuales, solicite la ayuda de un familiar. Inspeccione la presencia de rozaduras, llagas, cortes, ampollas, durezas, áreas enrojecidas o hinchadas.
    3. Si tienen durezas, callos, uñas encarnadas u otras afecciones en los pies deben acudir a un podólogo para que trate el problema de la forma más adecuada. Se le debe avisar que se es diabético para que tenga aún más cuidado que de costumbre.
    4. Lave diariamente sus pies con agua templada y jabón suave y neutro. El baño no debe durar más de 10 min. Séquese bien.
    5. Evite que los pies estén demasiado húmedos o demasiado secos. Mantenga la piel suave e hidratada (puede utilizar una crema hidratante).
    6. Se puede usar crema hidratante si la piel está seca pero no se debe usar entre los dedos.
    7. Lime sus uñas (no las corte) semanalmente o más a menudo si es necesario, en línea recta, con lima de cartón.
    8. Deben ser cuidadosos cuando se cortan las uñas para evitar cortes.
    9. No utilice agentes irritantes como callicidas, cuchillas, alcohol, yodo, agua salada. Si se utiliza esparadrapo debe ser hipoalergénico.
    10. Evitar caminar descalzo para prevenir lesiones en los pies.
    11. Usar siempre medias con el calzado para evitar roces y ampollas tanto en invierno como en verano. Los calcetines no deben oprimirle, no utilice tejidos sintéticos.
    12. El calzado debe ser cómodo y amplio para evitar la aparición ampollas.
    13. Protéjase del calor y el frío: póngase calcetines por la noche si se le enfrían los pies, no se pongan mantas eléctricas, bolsas de agua caliente, hielo.
    14. Usar talco para evitar ampollas y roces con el calzado.
    15. Camine diariamente (siempre calzado), eleve las piernas y tobillos arriba y abajo 5 minutos 2 o 3 veces al día, no fume. Practique deporte si no hay contraindicación.

     pie diabetico

    Y RECUERDA: ESTA COMPLICACIÓN PUEDE EVITARSE, ¡¡¡EN TUS MANOS ESTÁ CONTROLARLA!!!

  • Cepillos de dientes

    Usar un cepillo de dientes es algo aparentemente sencillo y que todo el mundo sabe hacer. Sin embargo hay ciertos consejos que se pueden dar para conseguir un mejor mantenimiento y rendimiento del cepillo.

    cepillo de dientes

    La diferencia entre los cepillos de dientes caros y los baratos es la calidad de insertado de los filamentos, así como el material del que están hechos, factores que van a influir decisivamente en la calidad del cepillo y esto va a repercutir en nuestra salud dental. En cuanto a la dureza todos son de uso diario y se puede elegir según gustos. Los cepillos bajan un grado de dureza al pasar una semana de uso (luego no bajan más). Para los niños siempre debe usarse un cepillo suave y preferentemente infantil, que tienen mango más ancho para que el niño pueda agarrarlo mejor. También existen cepillos para situaciones especiales tales como cirugía, ortodoncia…. Los cepillos eléctricos son muy eficaces ya que van a aumentar el número de movimientos y van a conseguir una mejor higiene si se usa correctamente. No se recomiendan en niños, ya que es preferible que primero aprendan una buena técnica de cepillado.

    cepillo infantil

    Si la encía sangra es señal de que existe un problema de salud, no debemos verlo como algo normal. En personas que tengan una ortodoncia la falta de higiene puede impedir el movimiento de los dientes al inflamarse las encías y disminuir el riego sanguíneo, esto puede hacer que su ortodoncia no corrija la posición de los dientes en el tiempo previsto y deban de llevar ortodoncia más tiempo o incluso que esta no consiga los resultados esperados. En estos casos existen también cepillos específicos para ortodoncia.

    Consejos

    1. Hay que cepillarse durante dos minutos tres veces al día.
    2. Hay que sacudir el cepillo después de usarlo para que se seque.
    3. No se debe mojar el cepillo antes de usarlo.
    4. Usar capuchón es importante para que los filamentos queden juntos y no se abra el cepillo.
    5. Coger el cepillo como si se cogiera un bolígrafo para un cepillado más suave.
    6. El cepillo de dientes debe cambiarse cada tres meses (las estadísticas indican que en España la media es de 0,9 cepillos al año, o lo que es lo mismo, un cepillo cada año y medio).
  • Perder peso vs perder grasa

    Con la gran importancia que le damos hoy día a tener una buena imagen es frecuente que queramos perder peso cuando sentimos que nos hemos despreocupado y comido más de la cuenta o nos vemos más rellenitos. Llegado este momento cada persona recurre a sus propios métodos basados en su conocimiento y experiencia que, con frecuencia, no tienen una base científica sino que más bien responden a mitos que por lo general son contraproducentes.

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    La forma más extendida y tradicional de controlar nuestra evolución es usando una báscula para medir nuestro peso. Esta medida nos puede dar una idea de si cogemos o perdemos peso, pero es una medida inespecífica. Cuando nos pesamos estamos pesando nuestro cuerpo en conjunto, es decir: agua, huesos, músculos, grasa… y es por esto que es una medida inespecífica, ya que no distingue de donde procede el peso perdido o ganado. También es importante recordar que el peso va a variar a lo largo del día según la hora a la que nos pesemos.

    Desde el punto de vista de la salud lo más importante es no acumular un exceso de grasa, ya que aumenta la probabilidad de sufrir enfermedades que aumentan el riesgo cardiovascular. Para medir el porcentaje de grasa corporal debemos recurrir a la bioimpedancia y de esta manera sí tendremos información útil sobre nuestra composición corporal. También nos puede ser útil medir nuestro perímetro de cintura para ver nuestra evolución (a la altura del ombligo).

    dieta

    Cuando queremos perder peso o grasa el método es el mismo, pues al perder grasa también perdemos peso. Debemos controlar la dieta para no ingerir más de lo que se consume y a la vez aumentar la actividad física. Esta segunda parte es muy importante si lo que queremos es perder grasa y no perder peso a costa de músculo y agua. Es muy importante saber de antemano que para perder grasa hay que hacerlo poco a poco. Para perder un kilo de grasa hay que ingerir 7800 Kcal menos de las consumidas, lo cual equivaldría a 4 días sin comer nada. También es importante aclarar que si fueramos tan radicales como para dejar de comer 4 días no serviría, porque nuestro cuerpo ralentizaría el metabolismo y nuestro cuerpo consumiría menos calorías. Para que nos quede claro, la forma de hacerlo es ingerir día a día un poco menos de lo que consumimos y hacer esto durante un tiempo largo, llevando una dieta equilibrada.

    Es importante aclarar que cuando perdemos un kilo de grasa la variación de peso total será en función del deporte que hayamos hecho, puede que incluso hayamos mantenido o aumentado el peso total, ya que el músculo pesa más que la grasa. Si esto es así no es que hayamos hecho algo mal, sino todo lo contrario, estaremos más atléticos que antes y notaremos como se redistribuye nuestro volumen perdiendo en zonas como el abdomen o caderas y ganando en los músculos de piernas y brazos.

  • ¿Por qué las dietas cetogénicas tienen tantos seguidores?

    carnes
                   Las dietas cetogénicas prohíben la ingesta de hidratos de carbono provocando que el cuerpo entre en cetosis y obtenga energía a partir de la grasa. El ejemplo más conocido de este tipo es la dieta Atkins. Con estas dietas se puede comer lo que las demás prohíben (carnes y alimentos ricos en grasas) pudiendo prescindir de todo aquello que hace a las dietas aburridas (verduras, ensaladas…) y poco sabrosas, ya que la grasa es el vehículo de los sabores. Cuando una dieta te prohíba consumir frutas, verduras, legumbres… será muy probablemente una dieta cetogénica.

                   La pérdida de peso causada por estas dietas se debe principalmente a una gran pérdida de agua y a una disminución de las reservas de glucógeno. En el ayuno, cuando la dieta se basa en grasa y proteínas existe una pérdida del glucógeno hepático y muscular, que está hidratado (unido a agua). Esta disminución puede originar un estado de fatiga e incluso una deshidratación relativa. Otra causa de la posible pérdida de peso que generan es que, al cabo de unos días, conducen al aburrimiento de sus consumidores, que autolimitan la ingesta de alimentos.

                   Estudios realizados sobre personas sometidas a diferentes tipos de dietas ricas en grasa o dietas mixtas, demostraron que la pérdida de grasa corporal era muy similar que una dieta mixta del mismo valor calórico, pero producía una mayor pérdida de agua corporal.

                   Uno de los principales inconvenientes de las dietas cetogénicas es la sobrecarga funcional del hígado para producir glucosa que el organismo requiere al no ingerir hidratos de carbono con la dieta. Este proceso va a dar lugar a la excreción de residuos metabólicos provenientes de la combustión de grasa o desdoblamiento de proteínas (alteraciones metabólicas: acidosis metabólica). Otra consecuencia de estas dietas es producir cetosis (aumento de concentración de cuerpos cetónicos en sangre y su eliminación por la orina y de acetona por el aire expirado), de ahí el nombre de dietas cetogénicas.

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                   Debido al contenido excesivo en grasa de la dieta, es muy frecuente que se produzca un aumento del colesterol sanguíneo, un aumento de ácido úrico y una sobrecarga renal de solutos, y una disminución en los niveles de potasio, lo que puede provocar arritmias cardíacas. También pueden originar déficits en varios nutrientes así como falta de fibra y obstrucciones intestinales. Estas dietas son especialmente peligrosas durante el embarazo porque para el buen desarrollo del feto es muy importante un metabolismo de hidratos de carbono adecuado.

                   Se puede concluir que las dietas cetogénicas no tienen ninguna base científica sólida y sí muchos datos en contra de su utilización pues, además, no fomentan unos hábitos alimentarios correctos y, lo que es peor, se ha demostrado reiteradamente su fracaso en mantener la pérdida de peso lograda cuando se vuelve a la alimentación habitual, dando lugar a un efecto rebote, a veces muy importante.

                   Bibliografía

                  Varela G, Núñez C, Moreiras O, Grande F. «Dietas y productos mágicos», Libro elaborado a partir del texto: «Dietas mágicas». Documentos Técnicos de Salud Pública. Ed Dirección General de Salud Pública. Consejería de Sanidad y Servicios Sociales. Comunidad de Madrid. 1998

  • Cepilla tus neuronas. Prevenir el Alzheimer

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                    ¿Quién hubiera pensado que los hábitos de salud oral tuvieran relación con la pérdida de   memoria? No es un secreto que la salud bucal habla mucho nuestra salud en general. Un estudio de la Universidad de Nueva York ha hallado una relación entre la enfermedad de las encías y la probabilidad de desarrollar la enfermedad de Alzheimer (tipo más común de demencia).

                    La enfermedad de las encías es muy común. Se calcula que el 80% de las personas padecen de algún tipo de enfermedad en las encías. La razón por la cual este porcentaje es tan alto es porque la enfermedad de las encías puede pasar de una simple inflamación o gingivitis hasta un nivel más grave de la enfermedad que puede dañar permanentemente los huesos y tejidos blandos encargados de sostener los dientes en su lugar. En los casos más graves de la enfermedad periodontal, los dientes terminan por caerse.

                    La placa, que se acumula en la encía y debajo de ella cuando no existe una higiene oral adecuada (cepillado, seda dental, visitas regulares al odontólogo) es la responsable de esta enfermedad, que se extiende más allá de la boca. La inflamación provocada por bacterias que causan enfermedad periodontal está relacionada con una serie de condiciones de salud, incluyendo enfermedad cardíaca, derrame cerebral y diabetes.

                   Los estudios han hallado que las personas con Alzheimer, tienen más bacterias asociadas con enfermedad de las encías en el cerebro que las personas sin enfermedad de Alzheimer.

                    Se cree que las bacterias asociadas con enfermedad de las encías pueden entrar en el cerebro causando inflamación y daño cerebral influyendo en la destrucción de las células del cerebro. Por esto, el equipo de investigación se propuso estudiar si las buenas prácticas de salud dental a largo plazo podrían predecir una mejor función cognitiva en la vejez. Los resultados indican que la inflamación de las encías reduce la función cognitiva en las personas que aún no tienen signos de demencia, pero permite predecir que están predispuestos a sufrir de la enfermedad de Alzheimer.

                    El nuevo estudio tiene algunas limitaciones y es reacio a concluir que cepillarse los dientes impide desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

                    Sin embargo, a pesar de las limitaciones, el estudio es un paso importante hacia la comprensión de cómo el comportamiento y los hábitos pueden estar relacionados con la demencia.

    dienteslimpios

                    Aunque el historial familiar puede predisponer el desarrollo de Alzheimer, varios hábitos, si se adoptan a tiempo, pueden retrasar la aparición de la enfermedad. Lo mejor es adoptar hábitos saludables durante la juventud, aunque se ha demostrado que las personas de mediana edad pueden beneficiarse con estos cambios en su estilo de vida.

                    Las personas pueden prevenir (o al menos retrasar) la aparición del Alzheimer previniendo las enfermedades en las encías (periodontales), y adoptando otras medidas saludables, como incrementar la actividad física, comer bien y beber jugos de frutas y vegetales. Mantener sus dientes y encías saludables con el cepillado regular podrían disminuir el riesgo de desarrollar demencia más adelante en su vida, así como evitar el tabaco. Las consultas regulares al dentista son importantes para prevenir las enfermedades en las encías. Su dentista puede eliminar el sarro y también detectar signos tempranos de enfermedades en las encías. Sin embargo, la prevención comienza en el hogar.

                    Una razón más para tener una higiene bucal apropiada.

  • Dietas milagro, ¿por qué no seguirlas?

    dietas-milagro            Las denominadas “dietas milagro” son aquellas que prometen una pérdida de peso rápida y con poco esfuerzo. No responden a ningún fundamento nutricional y/o científico. Debido a creencias populares, este tipo de dietas aconsejan la ingesta de algunos alimentos de manera desequilibrada y equivocada. Estas dietas contienen una escasa ingesta energética, lo que puede producir alteraciones en el metabolismo. Además, pueden generar deficiencias de vitaminas y minerales (Carlton, 2010), así como efectos psicológicos negativos y trastornos en el comportamiento alimentario. Según la AEDN (Asociación Española de Dietistas Nutricionistas), el 95% de las personas que pierden peso con una “dieta milagro” vuelven a recuperarlo. Se trata del denominado “efecto yo-yó” o “rebote”, por el que, al abandonar la dieta, se recuperan más kilos de los que se han perdido, pudiendo ocasionar problemas de sobrepeso.

                Diferentes razones explican estos efectos:

    1. Al inducir una restricción calórica muy severa, el organismo humano tiende a ingerir más de lo que necesita, lo que provoca una mayor recuperación del peso que se ha perdido.
    2. La tendencia exacerbada a la recuperación del peso se produce porque las situaciones de semiayuno ponen en marcha potentes mecanismos neuroendocrinos que se oponen a la pérdida de peso: mayor eficacia metabólica, ahorro energético e incremento del apetito, que conducen a una rápida recuperación del peso perdido en cuanto se vuelve a comer «normal», siendo por añadidura ese peso recuperado predominantemente a base de tejido graso.
    3. Al tratarse de dietas desequilibradas, el cuerpo humano recurre a las reservas de emergencia almacenadas en los músculos. Así, se reduce masa muscular (tejido muy rico en agua) y no grasa, con lo que se elimina mucho líquido en la primera fase, favorecido en algunos casos por el consumo de diuréticos, lo que conduce a una llamativa pérdida de peso. Por eso se pierde peso rápidamente. Este tipo de dietas son muy fáciles de distinguir; aseguran una gran pérdida de peso en poco tiempo (más de 5 kg. al mes) y sin esfuerzo. Con el intento de garantizar su marketing (resultado), se les suele dar nombre de clínicas de adelgazamiento famosas, actrices, médicos, etc. Sin embargo, debemos desconfiar de las dietas que nos prometen perder más de 0,5kg. / 1kg. a la semana.

    dieta-milagro            En estos últimos años, los datos disponibles de sobrepeso y obesidad en la población, indican según la Organización Mundial de la Salud, que estamos ante uno de los problemas de salud pública más preocupantes del siglo XXI, dada la morbimortalidad que ello conlleva (OMS, 2005). Su tratamiento se basa, en la combinación de dieta y ejercicio físico (Arrebola et al., 2011) y si alguno de los dos componentes resulta inadecuado, normalmente los resultados suelen acabar en fracaso y esta falta efectiva de resultados lleva a muchas personas obesas o con sobrepeso a acudir a otras medidas que están fuera de los cauces adecuados.

                En una sociedad como la nuestra, en el que la imagen y la obsesión por el culto al cuerpo está en todos los ámbitos publicitarios, alcanzar esa imagen, nos puede llevar a extremos que terminen en problemas de salud muy graves, si para conseguirla, se utilizan métodos poco recomendables y nada saludables, como puede ser el hecho de seguir dietas de adelgazamiento drásticas y utilizar productos “mágicos” o no tan “mágicos”, a los que se les atribuyen unas propiedades que no tienen.

                En resumen, las dietas muy restrictivas, muy bajas en calorías, aunque consiguen que el peso disminuya a corto plazo, constituyen un riesgo inaceptable para la salud ya que pueden:

    1. Agravar el riesgo metabólico de las personas.

    2. Provocar desnutriciones proteicas y déficit en vitaminas y minerales.

    3. Desencadenar trastornos del comportamiento alimentario (anorexia y bulimia), a veces de mayor gravedad que el exceso de peso que se pretendía corregir.

    4. Producir efectos psicológicos negativos.

    5. Favorecer el efecto rebote.

    [Fuente: Aesan (Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición) – Dietas milagro.]

  • Alergia primaveral

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                   Definición y síntomas

                   La alergia (del griego αλλεργία —allergía— y éste de las palabras en el mismo idioma αλλος —‘otro’—, y εργíα —‘trabajo’—; la palabra así compuesta tiene el significado de «reacción extraña»). Se trata de una hipersensibilidad a una partícula o sustancia que, si se inhala, ingiere o toca, produce unos síntomas característicos.

                    Estos trastornos son una reacción anormal del organismo frente a sustancias que suelen ser inocuas. Entre los alergenos se cuentan alimentos, fármacos, polvo de las habitaciones, caspa de animales, materiales irritantes al contacto con la piel y pólenes.

                    En esta época del año, muchas personas comienzan a sufrir los desagradables síntomas de la alergia asociada a la primavera, caracterizados por tos, estornudos, picazón en los ojos y congestión nasal.

                    Causas

                    Aunque en rigor la “alergia primaveral” no existe como tal, lo cierto es que en esta estación se agudizan algunos cuadros alérgicos respiratorios. Ello se debe, en gran medida, a que esta época del año trae consigo la polinización de pastos, malezas y árboles, los que conforman los alergenos o sustancias causantes de los trastornos alérgicos más comunes a partir de septiembre.

                   Las plantas que pueden causar alergia son numerosas: gramíneas, olivo, acebuche, plátano, ciprés… etc. El polen tiene un aspecto de polvo amarillento pero al dispersarse en el aire, no se ve. Al combinarse el polen con partículas químicas procedentes de la contaminación se crean compuestos más complejos contra los que reacciona el sistema inmunitario.

                    Prevención

    • Una buena recomendación es la de disminuir las actividades al aire libre, a ser posible durante las 5-10 de la mañana y de 7 a 10 de la noche. Y cuando salgamos a la calle, ponernos gafas de sol para proteger nuestros ojos.
    • Evitar salir en aquellos días de viento cuando la polinización es alta, y cuando por tanto la concentración de pólenes es mayor.
    • Mantener las ventanas cerradas por la noche, y utilizar por ejemplo aire acondicionado con filtros, y mantener cerradas las ventanillas de nuestro vehículo.
    • Durante los días de polinización, no secar la ropa en el exterior.
    • Al llegar a su casa es conveniente bañarse y cambiarse de ropa, ya que el polen puede depositarse en el pelo y en la vestimenta.
    • Trate de evitar exponerse a factores que pueden ser irritantes como el humo, el polvo, los spray y los insecticidas.
    • Al momento de realizar la limpieza de la casa, para evitar alergia, procure no barrer ni sacudir el polvo, sino utilizar aspiradoras y trapos húmedos.
    • Elimine o mantenga limpios y desinfectados, aquellos elementos que puedan acumular alergeno, como cortinas, alfombras, almohadones de lana o muñecos de peluche.

                   Tratamiento

                    El médico llevará a cabo un examen físico y hará preguntas como, por ejemplo, cuándo se presenta la alergia. Se pueden necesitar pruebas para alergias con el fin de averiguar si los síntomas corresponden a una alergia real o son causados por otros problemas.

                   Las pruebas cutáneas son el método más común de pruebas alérgicas. Una de ellas es la prueba de punción que consiste en colocar sobre la piel una pequeña cantidad de las sustancias sospechosas y luego punzar ligeramente el área de tal manera que la sustancia penetre debajo de la piel. Se vigila la piel muy de cerca en búsqueda de signos de una reacción, como hinchazón y enrojecimiento. Las pruebas cutáneas pueden ser una opción para algunos niños pequeños y bebés.

                   Hay varios tipos de medicamentos disponibles para prevenir y tratar las alergias. Qué medicamento recomiende el médico depende del tipo y gravedad de los síntomas, la edad y la salud general.

    • Antihistamínicos
    • Corticoides
    • Descongestionantes
    • Vacunas

                   El médico valorará cada caso y aplicará el tratamiento más adecuado a cada individuo.

                    Información

                   En la red puedes encontrar más información sobre las alergias. Aquí van unos enlaces de interés:

    • Puedes informarte del recuento de pólenes en España en la página web del comité de areobiología (SEAIC) http://www.polenes.com/
    • ‘Soy Alérgico’: http://www.soyalergico.com , un portal con noticias y consejos. Destaca una sección en la que podemos consultar los niveles de concentración de polen en las principales ciudades españolas
    • ‘Alérgicos’ (club de fans de Facebook): http://xurl.es/hufb5 , intercambio de información y consejos dentro de la red social. Supervisado por un profesional, ofrece también vídeos e imágenes relacionados.
    • ‘Lo que me da alergia’: http://www.loquemedalaergia.com , tomémonos las alergias con algo de humor, ¿no?
    • ‘Sociedad Española de Alergología e Inmunología Clínica’: http://www.seaic.es , portal para enfermos de alergia y especialistas en su tratamiento

                   Aplicaciones para smartphones y tablets

                   Android:

                   Apple:

     

                   Referencias bibliográficas

     

     

  • ¿Qué es una dieta equilibrada?

                Una dieta cuantitativamente es correcta cuando aporta la energía adecuada, permite el mantenimiento o consecución del peso ideal y aporta todas las vitaminas y minerales en cantidades no inferiores a 2/3 de los aportes dietéticos recomendados (RDA). Las dietas hipocalóricas por debajo de 1500 calorías no lo garantizan.

    Figura 1

    Figura 1. Pirámide de la alimentación saludable. (Dapcich et al., 2004).

                Los nutrientes son las sustancias que componen los alimentos. Nutrientes esenciales son aquellos que el organismo no puede sintetizar a partir de otros y, por tanto, depende absolutamente de su ingesta en los alimentos. Los nutrientes que aportan energía son llamados macronutrientes:

    •             Proteínas
    •             Grasas
    •             Carbohidratos

                Energía aportada por los macronutrientes y porcentajes recomendados:

                Hidratos de carbono (4 Kcal/g)                     50-55% energía

                Lípidos (9 Kcal/g)                                           30-35% energía

                Proteínas (4 Kcal/g)                                       12-15% energía

                En cuanto al consumo medio en España de macronutrientes podemos observar una evolución hacia un ligero aumento en el consumo de proteínas y lípidos a costa de un menor consumo de hidratos de carbono, como se visualiza en la Tabla 1.

    Tabla 1

    Tabla 1. Evolución del perfil calórico (%) en los hogares españoles. (Varela et al., 2007).

  • Cuidado de la piel en invierno

                Con la llegada del frío la tez y los labios se agrietan, la nariz se irrita y las manos se vuelven ásperas. La humedad, el viento, los cambios bruscos de temperatura ambiental o la sequedad producida por las calefacciones, provocan una gran deshidratación. El resultado es una piel seca, descamada, envejecida y con fisuras. Por ello es muy importante en esta época del año cuidar nuestra piel.

    invierno            Las zonas de nuestro cuerpo que se encuentran más expuestas y vulnerables a estos fenómenos son las manos y el rostro:

                MANOS:

                Necesitan un cuidado especial que las mantenga jóvenes por más tiempo. Una crema a base de vitamina E, altamente hidratante, untuosa y con efecto escudo será tu aliado en esta época del año. Llévatela en tu neceser y aplícatela cuando quieras.

                 ROSTRO:

                Necesitamos una crema hidratante más nutritiva y densa de la que usamos durante otras épocas del año. Recuerda aplicártela no sólo en la cara sino también en las manos, por ser la zona más expuesta a las erosiones metereológicas. Hidrata tantas veces como sea necesario para evitar el empobrecimiento hidrolipídico y consolidar la barrera cutánea.

                En el rostro existen dos zonas que son más frágiles que el resto por lo que necesitan de un cuidado especial, como los labios, en los que el mal tiempo puede ocasionar grietas, y el contorno de ojos, que seguramente necesite una crema especial. Para combatir las grietas en los labios, lo mejor es la aplicación de reparadores labiales tales como la tradicional barra de cacao o vaselina. Evitar humedecer los labios aunque se noten secos. La saliva puede provocar una irritación adicional.

                Los Ácidos Grasos Esenciales (AGE) instaurados del Aceite de Rosa Mosqueta de una buena crema aceleran la regeneración de los tejidos cutáneos, y el crecimiento celular.

                Para evitar rojeces y mejorar el riego sanguíneo, procura ducharte con agua tibia, ya que si nos duchamos con temperaturas muy elevadas, la piel tiende a resecarse.

                Come alimentos saludables y frescos, ricos en vitaminas. Puedes incorporar las frutas de invierno a tu dieta ya que te darán el punto de vitalidad que te hace falta, como naranjas o manzanas.

  • ¿Qué es la obesidad?

                La obesidad es la enfermedad crónica de origen multifactorial caracterizada por la acumulación excesiva de grasa o hipertrofia general del tejido adiposo en el cuerpo; es decir, cuando la reserva natural de energía de los humanos, almacenada en forma de grasa corporal, se incrementa hasta un punto en el que está asociada a un incremento de la morbilidad y la mortalidad.

    Figura 1. Fórmula para el cálculo del Índice de masa corporal (IMC)
    Figura 1. Fórmula para el cálculo del Índice de masa corporal (IMC)

                La OMS (Organización Mundial de la Salud) define como obesidad un IMC o índice de masa corporal (cálculo entre la estatura y el peso del individuo, Figura 1) igual o superior a 30 kg/m². También se considera signo de obesidad un perímetro abdominal aumentado en hombres mayor o igual a 102 cm y en mujeres mayor o igual a 88 cm.

    Figura 2. Medida correcta del perímetro de cintura
    Figura 2. Medida correcta del perímetro de cintura

                La obesidad forma parte del síndrome metabólico, siendo un factor de riesgo conocido en enfermedades cardiovasculares, diabetes mellitus tipo 2, apnea del sueño, ictus, osteoartritis, así como algunas formas de cáncer, padecimientos dermatológicos y gastrointestinales.

                Aunque la obesidad es una condición clínica individual se ha convertido en un serio problema de salud pública que va en aumento y la OMS considera que:«La obesidad ha alcanzado proporciones epidémicas a nivel mundial, y cada año mueren, como mínimo, 2,6 millones de personas a causa de la obesidad o sobrepeso. Aunque anteriormente se consideraba un problema confinado a los países de altos ingresos, en la actualidad la obesidad también es prevalente en los países de ingresos bajos y medianos»

                Atendiendo al Consenso SEEDO (SEEDO 2000), después de todo lo dicho a los sujetos se los clasifica en función del porcentaje graso corporal, cuando este está por encima del 25% en los varones y del 33% en las mujeres los podemos catalogar como personas obesas. Los valores comprendidos entre el 21 y el 25% en los varones y entre el 31 y el 33% en las mujeres se consideran límites.

                La OMS ha propuesto una clasificación del grado de obesidad utilizando el índice ponderal como criterio:

    • Normopeso: IMC 18,5 – 24,9 Kg/m2
    • Sobrepeso: IMC 25 -29 Kg/m2:
      • Obesidad grado I con IMC 30-34 Kg/m2
      • Obesidad grado II con IMC 35-39,9 Kg/m2
      • Obesidad grado III con IMC >= 40 Kg/m2

                En fechas posteriores (SEEDO 2007) además de la clasificación anterior añade la:

    • Obesidad de tipo IV (extrema) con IMC >50 Kg/m2

                Tipos de obesidad

    • Obesidad androide o central o abdominal (en forma de manzana): el exceso de grasa se localiza preferentemente en la cara, el tórax y el abdomen. Se asocia a un mayor riesgo de dislipemia, diabetes, enfermedad cardiovascular y de mortalidad en general.
    • Obesidad ginoide o periférica (en forma de pera): la grasa se acumula básicamente en la cadera y en los muslos. Este tipo de distribución se relaciona principalmente con problemas de retorno venoso en las extremidades inferiores (varices) y con artrosis de rodilla (genoartrosis).
    • Obesidad de distribución homogénea: es aquella en la que el exceso de grasa no predomina en ninguna zona del cuerpo. (SEEDO 2000).

                Para saber ante qué tipo de obesidad nos encontramos tenemos que dividir el perímetro de la cintura por el perímetro de la cadera. En la mujer, cuando es superior a 0,9 y en el varón cuando es superior a 1, se considera obesidad de tipo androide.

                Clasificación de la obesidad

    • Hiperplástica: Se caracteriza por al aumento del número de células adiposas.
    • Hipertrófica: Aumento del volumen de los adipocitos.
    • Primaria: En función de los aspectos etiológicos la obesidad primaria representa un desequilibrio entre la ingestión de alimentos y el gasto energético.
    • Secundaria: En función de los aspectos etiológicos la obesidad secundaria se deriva como consecuencia de determinadas enfermedades que provocan un aumento de la grasa corporal (Bastos et al., 2005).