La caída del cabello tiene muchas causas, por lo general no se debe a una enfermedad y está relacionada con el envejecimiento, la herencia y cambios en la hormona testosterona, pero también tiene que ver con un estilo de vida poco saludable: una dieta pobre en nutrientes, falta de ejercicio y mucho estrés. El abuso de sustancias químicas sobre el cabello, como cremas, geles o sprays también puede ser la causa. Perder pelo es común entre hombres y mujeres de todas las edades y puede generar una baja autoestima.
En el hombre, el 95% de los casos de caída del cabello está relacionado con una alopecia androgenética (de origen genético y hormonal). Empieza en la pubertad y resulta especialmente visible por encima de las sienes y en la parte superior del cráneo. La alopecia androgenética es menos habitual en mujeres y sólo puede confirmarse mediante un análisis hormonal. Las mujeres son más sensibles a los cambios de estación (en especial en otoño) y a los episodios de trastorno hormonal (pubertad, embarazo, menopausia…) principales factores que provocan la caída.
Consejo práctico
- Evitar agredir el cabello (secados demasiado calientes, planchas, tratamientos de color…). Es fundamental utilizar productos específicos (preferiblemente aceites) para protegerlo del calor así como acondicionadores y mascarillas.
- Lavado menos frecuente: en las mujeres el lavado debe ser cada dos o tres días y hay que realizar el último enjuague con agua fría, ya que el calor provoca la dilatación de las escamas que conforman la cutícula, favoreciendo su aspecto deslustrado y quebradizo.
- Para los hombres resulta importante actuar lo antes posible para evitar la caída prematura del cabello (en cuanto se observe que el cabello situado encima de las sienes se vuelve más fino). En este caso acuda a su farmacéutico en busca de asesoramiento, le recomendará unos tratamientos específicos que resultarán más eficaces cuanto más precoz sea su iniciativa.
- Para las mujeres, las caídas provocadas por cambios hormonales pasajeros tienen tendencia a normalizarse por sí solos. Si persisten en el tiempo acuda a su ginecólogo.
- Dieta equilibrada y ejercicio: una dieta variada que incluya vitaminas y minerales como la Biotina, el Hierro y el Zinc, y evitar llevar una vida sedentaria.
-
Medicamentos que funcionan: finasterida, un fármaco de administración oral que debe ser utilizado en tratamientos largos (solo se usa en alopecia androgenética y no debe usarse en mujeres embarazadas); minoxidil, en loción capilar, necesita un uso constante para que sea eficaz.