Autor: mercedes

  • Cuidados del pie diabético

    La diabetes es una grave enfermedad crónica. En 2003 la prevalencia mundial de diabetes alcanzó los 194 millones. Se prevé que esta cifra alcance los 333 millones para el año 2025 como consecuencia de una mayor esperanza de vida, un estilo de vida sedentario y el cambio de patrones alimenticios. Este aumento con toda probabilidad generará un aumento proporcional de las complicaciones diabéticas, como son los problemas del pie.

    Actualmente, el número de amputaciones consecuencia de la diabetes es inaceptable. En la mayoría de los casos se pueden prevenir las amputaciones relacionadas con esta enfermedad. De todas las amputaciones de extremidades inferiores, entre el 40% y el 70% se producen por causas relacionadas con la diabetes. El 85% de las amputaciones de extremidades inferiores van precedidas de una úlcera en el pie.

    Las personas con diabetes pueden sufrir daños en los vasos sanguíneos y nervios a causa del alto nivel de azúcar en sangre. Por ello es muy importante que se lleven a cabo cuidados del pie diabético.

    pies

    Los pies están habitualmente sometidos a un trabajo continuo, soportan el peso del cuerpo y van encerrados en el calzado. Además están lejos de los ojos (es difícil observar la planta de los pies para comprobar su buen estado) y del corazón (normalmente arterias y venas tienen que vencer resistencias para conseguir una correcta circulación de ida y retorno). Es preciso dedicarles una atención especial.

    Con el paso del tiempo, la diabetes mal controlada, puede producir una reducción del flujo sanguíneo y una disminución de la sensibilidad nerviosa. En consecuencia, un mayor riesgo de sufrir heridas que, a causa de la circulación deficiente, serán de lenta y difícil curación, con gran peligro de infecciones.

    No todas las personas con diabetes tienen el mismo riesgo de padecer lesiones en los pies. Hay factores que aumentan el riesgo como aquellas diabetes de más de 10 años de evolución, glucemias altas persistentes, hábitos higiénicos deficientes o tabaquismo, entre otros.

    Consejos para prevenir complicaciones en el pie diabético:

    1. Controlar la diabetes por medio de la dieta, ejercicio y medicación si es necesario procurando que el control de su glucosa sea lo mejor posible.
    2. Vigile todos los días sus pies. Si tiene problemas visuales, solicite la ayuda de un familiar. Inspeccione la presencia de rozaduras, llagas, cortes, ampollas, durezas, áreas enrojecidas o hinchadas.
    3. Si tienen durezas, callos, uñas encarnadas u otras afecciones en los pies deben acudir a un podólogo para que trate el problema de la forma más adecuada. Se le debe avisar que se es diabético para que tenga aún más cuidado que de costumbre.
    4. Lave diariamente sus pies con agua templada y jabón suave y neutro. El baño no debe durar más de 10 min. Séquese bien.
    5. Evite que los pies estén demasiado húmedos o demasiado secos. Mantenga la piel suave e hidratada (puede utilizar una crema hidratante).
    6. Se puede usar crema hidratante si la piel está seca pero no se debe usar entre los dedos.
    7. Lime sus uñas (no las corte) semanalmente o más a menudo si es necesario, en línea recta, con lima de cartón.
    8. Deben ser cuidadosos cuando se cortan las uñas para evitar cortes.
    9. No utilice agentes irritantes como callicidas, cuchillas, alcohol, yodo, agua salada. Si se utiliza esparadrapo debe ser hipoalergénico.
    10. Evitar caminar descalzo para prevenir lesiones en los pies.
    11. Usar siempre medias con el calzado para evitar roces y ampollas tanto en invierno como en verano. Los calcetines no deben oprimirle, no utilice tejidos sintéticos.
    12. El calzado debe ser cómodo y amplio para evitar la aparición ampollas.
    13. Protéjase del calor y el frío: póngase calcetines por la noche si se le enfrían los pies, no se pongan mantas eléctricas, bolsas de agua caliente, hielo.
    14. Usar talco para evitar ampollas y roces con el calzado.
    15. Camine diariamente (siempre calzado), eleve las piernas y tobillos arriba y abajo 5 minutos 2 o 3 veces al día, no fume. Practique deporte si no hay contraindicación.

     pie diabetico

    Y RECUERDA: ESTA COMPLICACIÓN PUEDE EVITARSE, ¡¡¡EN TUS MANOS ESTÁ CONTROLARLA!!!

  • Cepilla tus neuronas. Prevenir el Alzheimer

    Visual of Man's Brain
                    ¿Quién hubiera pensado que los hábitos de salud oral tuvieran relación con la pérdida de   memoria? No es un secreto que la salud bucal habla mucho nuestra salud en general. Un estudio de la Universidad de Nueva York ha hallado una relación entre la enfermedad de las encías y la probabilidad de desarrollar la enfermedad de Alzheimer (tipo más común de demencia).

                    La enfermedad de las encías es muy común. Se calcula que el 80% de las personas padecen de algún tipo de enfermedad en las encías. La razón por la cual este porcentaje es tan alto es porque la enfermedad de las encías puede pasar de una simple inflamación o gingivitis hasta un nivel más grave de la enfermedad que puede dañar permanentemente los huesos y tejidos blandos encargados de sostener los dientes en su lugar. En los casos más graves de la enfermedad periodontal, los dientes terminan por caerse.

                    La placa, que se acumula en la encía y debajo de ella cuando no existe una higiene oral adecuada (cepillado, seda dental, visitas regulares al odontólogo) es la responsable de esta enfermedad, que se extiende más allá de la boca. La inflamación provocada por bacterias que causan enfermedad periodontal está relacionada con una serie de condiciones de salud, incluyendo enfermedad cardíaca, derrame cerebral y diabetes.

                   Los estudios han hallado que las personas con Alzheimer, tienen más bacterias asociadas con enfermedad de las encías en el cerebro que las personas sin enfermedad de Alzheimer.

                    Se cree que las bacterias asociadas con enfermedad de las encías pueden entrar en el cerebro causando inflamación y daño cerebral influyendo en la destrucción de las células del cerebro. Por esto, el equipo de investigación se propuso estudiar si las buenas prácticas de salud dental a largo plazo podrían predecir una mejor función cognitiva en la vejez. Los resultados indican que la inflamación de las encías reduce la función cognitiva en las personas que aún no tienen signos de demencia, pero permite predecir que están predispuestos a sufrir de la enfermedad de Alzheimer.

                    El nuevo estudio tiene algunas limitaciones y es reacio a concluir que cepillarse los dientes impide desarrollar la enfermedad de Alzheimer.

                    Sin embargo, a pesar de las limitaciones, el estudio es un paso importante hacia la comprensión de cómo el comportamiento y los hábitos pueden estar relacionados con la demencia.

    dienteslimpios

                    Aunque el historial familiar puede predisponer el desarrollo de Alzheimer, varios hábitos, si se adoptan a tiempo, pueden retrasar la aparición de la enfermedad. Lo mejor es adoptar hábitos saludables durante la juventud, aunque se ha demostrado que las personas de mediana edad pueden beneficiarse con estos cambios en su estilo de vida.

                    Las personas pueden prevenir (o al menos retrasar) la aparición del Alzheimer previniendo las enfermedades en las encías (periodontales), y adoptando otras medidas saludables, como incrementar la actividad física, comer bien y beber jugos de frutas y vegetales. Mantener sus dientes y encías saludables con el cepillado regular podrían disminuir el riesgo de desarrollar demencia más adelante en su vida, así como evitar el tabaco. Las consultas regulares al dentista son importantes para prevenir las enfermedades en las encías. Su dentista puede eliminar el sarro y también detectar signos tempranos de enfermedades en las encías. Sin embargo, la prevención comienza en el hogar.

                    Una razón más para tener una higiene bucal apropiada.

  • Cuidado de la piel en invierno

                Con la llegada del frío la tez y los labios se agrietan, la nariz se irrita y las manos se vuelven ásperas. La humedad, el viento, los cambios bruscos de temperatura ambiental o la sequedad producida por las calefacciones, provocan una gran deshidratación. El resultado es una piel seca, descamada, envejecida y con fisuras. Por ello es muy importante en esta época del año cuidar nuestra piel.

    invierno            Las zonas de nuestro cuerpo que se encuentran más expuestas y vulnerables a estos fenómenos son las manos y el rostro:

                MANOS:

                Necesitan un cuidado especial que las mantenga jóvenes por más tiempo. Una crema a base de vitamina E, altamente hidratante, untuosa y con efecto escudo será tu aliado en esta época del año. Llévatela en tu neceser y aplícatela cuando quieras.

                 ROSTRO:

                Necesitamos una crema hidratante más nutritiva y densa de la que usamos durante otras épocas del año. Recuerda aplicártela no sólo en la cara sino también en las manos, por ser la zona más expuesta a las erosiones metereológicas. Hidrata tantas veces como sea necesario para evitar el empobrecimiento hidrolipídico y consolidar la barrera cutánea.

                En el rostro existen dos zonas que son más frágiles que el resto por lo que necesitan de un cuidado especial, como los labios, en los que el mal tiempo puede ocasionar grietas, y el contorno de ojos, que seguramente necesite una crema especial. Para combatir las grietas en los labios, lo mejor es la aplicación de reparadores labiales tales como la tradicional barra de cacao o vaselina. Evitar humedecer los labios aunque se noten secos. La saliva puede provocar una irritación adicional.

                Los Ácidos Grasos Esenciales (AGE) instaurados del Aceite de Rosa Mosqueta de una buena crema aceleran la regeneración de los tejidos cutáneos, y el crecimiento celular.

                Para evitar rojeces y mejorar el riego sanguíneo, procura ducharte con agua tibia, ya que si nos duchamos con temperaturas muy elevadas, la piel tiende a resecarse.

                Come alimentos saludables y frescos, ricos en vitaminas. Puedes incorporar las frutas de invierno a tu dieta ya que te darán el punto de vitalidad que te hace falta, como naranjas o manzanas.

  • Caída del cabello

    La caída del cabello tiene muchas causas, por lo general no se debe a una enfermedad y está relacionada con el envejecimiento, la herencia y cambios en la hormona testosterona, pero también tiene que ver con un estilo de vida poco saludable: una dieta pobre en nutrientes, falta de ejercicio y mucho estrés. El abuso de sustancias químicas sobre el cabello, como cremas, geles o sprays también puede ser la causa. Perder pelo es común entre hombres y mujeres de todas las edades y puede generar una baja autoestima.

    En el hombre, el 95% de los casos de caída del cabello está relacionado con una alopecia androgenética (de origen genético y hormonal). Empieza en la pubertad y resulta especialmente visible por encima de las sienes y en la parte superior del cráneo. La alopecia androgenética es menos habitual en mujeres y sólo puede confirmarse mediante un análisis hormonal. Las mujeres son más sensibles a los cambios de estación (en especial en otoño) y a los episodios de trastorno hormonal (pubertad, embarazo, menopausia…) principales factores que provocan la caída.

    Consejo práctico

    1. Evitar agredir el cabello (secados demasiado calientes, planchas, tratamientos de color…). Es fundamental utilizar productos específicos (preferiblemente aceites) para protegerlo del calor así como acondicionadores y mascarillas.
    2. Lavado menos frecuente: en las mujeres el lavado debe ser cada dos o tres días y hay que realizar el último enjuague con agua fría, ya que el calor provoca la dilatación de las escamas que conforman la cutícula, favoreciendo su aspecto deslustrado y quebradizo.
    3. Para los hombres resulta importante actuar lo antes posible para evitar la caída prematura del cabello (en cuanto se observe que el cabello situado encima de las sienes se vuelve más fino). En este caso acuda a su farmacéutico en busca de asesoramiento, le recomendará unos tratamientos específicos que resultarán más eficaces cuanto más precoz sea su iniciativa.
    4. Para las mujeres, las caídas provocadas por cambios hormonales pasajeros tienen tendencia a normalizarse por sí solos. Si persisten en el tiempo acuda a su ginecólogo.
    5. Dieta equilibrada y ejercicio: una dieta variada que incluya vitaminas y minerales como la Biotina, el Hierro y el Zinc, y evitar llevar una vida sedentaria.
    6. Medicamentos que funcionan: finasterida, un fármaco de administración oral que debe ser utilizado en tratamientos largos (solo se usa en alopecia androgenética y no debe usarse en mujeres embarazadas); minoxidil, en loción capilar, necesita un uso constante para que sea eficaz.